sábado, 24 de mayo de 2014

LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA VERSUS GÉNESIS


LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA VERSUS GÉNESIS
MTRO. EULER FERRER CÒRDOVA. DOCENTE DE LA  UPCH

Orígenes y principios disciplinares

El  inicio formal de la psicología comunitaria como término, disciplina y campo profesional es  la Conferencia de Swampscott, Massachussets titulada “Conference on the Education of Psychologists for Community Mental Health”, realizada el año 1965 en Boston (Tyler, 1984; Montero, 1994; Alfaro, 1993). En ella se define el rol del psicólogo comunitario como un “agente de cambio social y conceptualizador participante en las transformaciones comunitarias” (Aguilar & Cruz, 2002. P, 56), que se adscribe a un “modelo interdisciplinario, entre las ciencias sociales y la psicología, a un campo de acción diferente, entre los individuos y la sociedad, y al cambio social planeado” (Tyler, 1984).
  
En el caso de América Latina, recién en la década de los setenta se puede hablar de una Psicología Comunitaria incorporada al trabajo con comunidades. Sin embargo, sus orígenes se remontan a la crítica de los años 50’ que profesionales y académicos vinculados a las Ciencias Sociales plantearon a los enfoques teóricos dominantes y las prácticas que les sucedían, en donde se releva la necesidad de redireccionar la investigación y la intervención hacia la generación de un cambio social.

La idea central de la disciplina es trabajar en, con y para  la comunidad, lo que significa redefinir el objeto y el método, revisar la teoría, y reestructurar el rol de los profesionales de la psicología (Montero, 1994).  Su objeto es el estudio de los factores psicosociales que permiten desarrollar, fomentar y mantener el control y el poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y social, para solucionar problemas y modificar cambios en los ambientes y en la estructura social. (Montero, 1984).  Las principales características de la psicología social comunitaria, según la revisión de diversos autores  realizada por Montenegro (2001)  son:
• Énfasis en la transformación. El objetivo primordial de la acción comunitaria es la transformación de la realidad social, a través de procesos de reflexión-acción.
• Los problemas sociales son causados por estructura social desigual, en la cual la inmensa mayoría de las personas está excluida de los recursos que por derecho le corresponden.
• Uso de las teorías de la ideología, la alienación y el poder entre otras herramientas psicosociales de comprensión e intervención.
• Construccionismo social, esto implica que el conocimiento se da en los intercambios sociales y que es necesario comprometerse con el desarrollo de modelos y métodos que permitan la libre expresión de diferentes construcciones de las personas investigadas.
• Problematización entre la producción teórica y la aplicación del conocimiento. Se parte del presupuesto de que el conocimiento se produce en la interacción entre el profesional y los sujetos de investigación.
• Imposibilidad de la neutralidad del investigador. Por lo tanto, el agente externo debe explicitar su compromiso con los miembros de la comunidad.
• Relación horizontal entre quienes intervienen y quienes son intervenidos

Montero (2004) plantea que los principios de la psicología social comunitaria se encuentran contenidos en lo que denomina el paradigma de la construcción y transformación critica. Este paradigma  se estructura en torno a 5 productos: ontológico, que reconoce el carácter productor de conocimiento de los miembros de la comunidad; epistemológico que plantea la construcción social del conocimiento; metodológico que fomenta  formas de intervención participativas, una ética de la relación centrada en el bien común y política orientada a la liberación.
PRODUCTOS GENERADOS POR LOS ALUMNOS DE PSICOLOGÍA 4 SEMESTRE DE LA UNIVERSIDAD POPULAR DE LA CHONTALPA EN LA ASIGNATURA PSICOLOGÍA COMUNITARIA.